Por Diario UNO el
agosto 20, 2014

Para
el constitucionalista Alberto Borea, la prensa influye en jueces y fiscales
timoratos y hay un estado de abuso en el que no se respeta la presunción de
inocencia y se envía a prisión a quienes los periodistas acusan en sus informes
o portadas. Ante ello, plantea una ley que sancione los excesos de la prensa y
se brinde un espacio gratuito a las autoridades elegidas por el pueblo para que
se dirijan a sus electores. Además considera necesario que así como se pide una
renovación de los políticos también haya una renovación en el periodismo, pues
muchos de los que apoyaban al fujimorismo en los 90 ahora pretenden dar
lecciones de moralidad y decencia.
—¿Considera que hay un exceso en el
tema de la prisión preventiva?
—Hay una clara distorsión del nuevo Código Procesal Penal, que era un código
garantista para que se respeten los derechos de las personas y uno de esos
derechos es que mientras estén en un proceso en el que va a debatirse si son
culpables o inocentes, se mantengan en libertad.
—Hay el riesgo que se envíe a prisión
a un inocente.
—Claro, podría suceder que una persona que tuviera fuertes indicios de que
hubiese cometido una irregularidad luego salga absuelta en razón de que en la
etapa indagatoria se demuestra que las acusaciones fueron falsas y entonces
¿quién le devuelve a esa persona todos los años que pasó en prisión?
—¿No hay una correcta evaluación de
parte de los magistrados?
—Se establece con nitidez que debe haber una prueba real y no simplemente una
fábula que se construye a partir de informaciones periodísticas, dichos de
vecinos, o a partir de un documento que no tiene conexión con otros, o por
satisfacer a la opinión pública que es lo que está sucediendo en los últimos
tiempos.
—¿Los jueces se dejan influenciar?
—Aquí la prisión preventiva se está usando como dice Luis Pásara “como una
suerte de mascarada para esconder la incapacidad de los fiscales, como arma
política para descalificar a los adversarios”. No hay contemplaciones, se acusa
de cualquier cosa y en la prensa se hace un informe de 8 minutos en la
televisión sin ninguna compasión con la verdad y sin darle la posibilidad a
quien ha sido aludido para que se defienda en las mismas condiciones.
—¿Cree que hay una dictadura de la
información?
—Lo que denominan informes no son otra cosa que la impresión del periodista que
no ha visto el expediente ni las pruebas de descargo ni consulta con nadie, lo
cual es muy grave. No olvidemos que por la grita popular Pilatos terminó
condenando a Cristo y salvando a Barrabás.
—No es culpa de la prensa que los
jueces dispongan prisión preventiva.
—Lamentablemente está pasando, con fiscales que se la pasan meses en
investigación preliminar sin hacer bien su tarea y luego, para quedar bien,
denuncian a todo el mundo.
—¿Los magistrados actúan de acuerdo
al son que le imparte la prensa?
—Claro que sí, lo dice también el Instituto de Defensa Legal en la publicación
“Prisión preventiva en el Perú, ¿medida cautelar o pena anticipada?”. En este
libro dice que una de las principales razones por la que los jueces deciden
privar a una persona de su libertad de manera preventiva es la lógica de “darle
una satisfacción a las exigencias de la ciudadanía” en torno a un caso en
concreto como hurto, violación, corrupción etc.
SIN PRESUNCIÓN DE INOCENCIA
—¿Dónde queda la presunción de
inocencia?
—Mire, la prisión preventiva se da con la finalidad de evitar el escándalo y el
grito al cielo de los medios de comunicación, que ante una decisión contraria a
sus posiciones o líneas editoriales satanizan a determinados jueces. Se trata
de una fuerte presión de los medios de comunicación y de la sociedad misma, de
esta forma se descuida y hasta se ignora la presunción de inocencia. El informe
de IDL dice en otro acápite que “el juez quiere evitar que la prensa le meta un
periodicazo y lo lapide, y por eso dicta la orden de prisión preventiva a las
personas”.
—¿Ese ánimo de quedar bien con los
titulares se vio en el cambio de los jueces que liberaron a los magistrados del
caso Movadef?
—Ese fue un caso muy penoso, que no solo lo he dicho yo, sino también Gustavo
Gorriti a nivel periodístico y otras personas. Yo no me imaginaba al presidente
de la Corte Suprema (Enrique Mendoza) por quien tengo un gran aprecio,
realizando ese tipo de actuación.
—Por lo visto a usted no le gusta el
comportamiento de la prensa…
—El periodismo cumple un papel importante al alertar de circunstancias, por
ejemplo, cuando hay gente con gran poder político y económico y que abusa de
esa posición en perjuicio de los menos favorecidos, entonces el periodismo
levanta la circunstancia para que se conozca, pero no puede levantarla para que
se condene directamente. El periodismo no puede convertir en culpables a las
personas que sindica y eso se puede ver todos los domingos en la TV.
—¿En qué casos ha visto eso, doctor?
—Concretamente en el caso de Iván Vásquez y el domingo último en el caso del
presidente del Gobierno Regional del Callao, Félix Moreno, me parece
verdaderamente impresionante que con tan poca sustancia se pueda levantar tan
graves acusaciones.
—¿El periodismo está abusando?
—En muchos casos sí, así como en algunos casos el periodismo ha cumplido con
abrir el panorama para que gente corrupta no se quede santificada, así también
en muchos otros casos acusa a cualquiera, considerándolo corrupto sin haber
ningún tipo de análisis.
—Se da el caso que algunas personas
cuestionadas no quieren responder a la prensa pese a que se les busca para que
den su versión.
—No conozco ninguna medida en la Constitución que diga que es una obligación de
las personas concurrir cuando llama un periodista. Muchas veces los hombres de
prensa dicen: “lo llamamos y no me contestó”, pero eso no los releva de buscar
la verdad. Los periodistas no pueden decir que porque no dieron su versión es
culpable.
—Hay derecho a réplica…
—Muchas veces en la televisión o los diarios te dicen: “vengan para dar su
descargo” y te dan tres minutos después de haber hablado ellos 10 y encima el
entrevistador te corta, te interrumpe y creen que con eso están cumpliendo con
un deber de imparcialidad. Eso es absolutamente absurdo, eso tiene que cambiar
por ley y rápidamente.
REGULACIÓN
—¿Debería haber alguna Ley que regule
esto?
—Por supuesto. Si acusas a una persona tienes que darle la posibilidad que se
defienda de inmediato. Existe la ley de rectificación, pero debe haber una ley
mucho más precisa, si te acusan 12 minutos tú tienes el derecho de defenderte
12 minutos en ese mismo horario, ya sea enviando un video o porque le pides a
tu abogado que vaya, y tiene que ser directamente sin necesidad de
intermediación del periodista que te acusó.
—¿Hay injusticias en el tratamiento
de la información?
—Por supuesto, hoy a través de la fuerza de la prensa terminas condicionando
muchas veces la actitud de jueces y fiscales que no son lo suficientemente
valientes y fuertes para resistir, lamentablemente muchos jueces asustadizos se
dejan amenazar y no cumplen la función de contrapoder que les corresponde en el
derecho constitucional moderno.
—¿Por eso considera necesaria una Ley
para la prensa?
—Habría que desarrollar un poco más este tema, pero sobre todo habría que
pedirle a los jueces que la apliquen con firmeza. Porque los periodistas piden
firmeza para todos menos para ellos, cuando se trata de tocarlos a ellos pegan
el grito en el cielo, dicen que violan el derecho a la libertad de prensa, pero
nadie viola ese derecho. Aquí lo que se viola es el derecho a la presunción de
inocencia, a la intimidad muchas veces, a la veracidad a cada rato y el control
es casi ausente.
VIEJOS FUJIMORISTAS PRETENDEN DAR
LECCIONES DE DECENCIA
Debe haber renovación en el periodismo
—¿Por qué culpar a la prensa de todo
lo malo?
—Se debe replantear el papel de la prensa en una sociedad democrática, pero
lejos de cualquier tentación chavista. Yo he combatido todas las dictaduras en
el Perú y estoy en contra de cualquier tipo de control de la prensa, comunista,
totalitario, de dictadura de derecha o de la época de Fujimori donde se
compraba a los medios de comunicación. Sin embargo, así como se pide una
renovación de la clase política, también se debe pedir una renovación de la
clase periodística. En los programas de TV hay gente que era fujimorista en los
años 90 y ahora siguen con programas en la TV y pretenden dar lecciones de
decencia y moralidad. No se ha visto una renovación periodística.
—¿La democracia permite libertinaje
de la prensa?
—La democracia no ha encontrado aún como limitar el poder mediático de la
prensa. Es un tema central. No hay que impedir la libertad de prensa de ninguna
manera, pero hay que ver una compatibilidad entre la libertad de prensa y la
liberad de los ciudadanos y el derecho a una democracia equilibrada donde todos
quienes califican para ser actores políticos tengan la posibilidad de estar en
las páginas de los medios o en los noticieros con un tiempo determinado para
hacer sus propuestas sin ninguna intermediación.
—¿Eso no podría ser entendido como
intervención a los medios?
—El ciudadano o partido que ha recibido el respaldo del pueblo tiene el derecho
de explicarle a la ciudadanía porqué vota por determinado proyecto de ley o
porqué se opone a tal cosa. De lo contrario estamos en el escenario que 6 o 7
personas que manejan los grandes medios al final de cuentas deciden qué va, qué
no va, qué ponen o a quién no ponen.
—Su idea puede considerarse bastante
polémica…
—El mercado que ofrece el país es un bien público. Por ejemplo, yo sostengo que
tres horas a la semana en distintos horarios los partidos políticos deben
dirigirse directamente al país expresando sus puntos de vista. Eso significa el
1.68 por ciento del tiempo que están al aire y eso no es confiscatorio en
ninguna parte del mundo, es como si fuera un tributo a la democracia.
—¿Darle un espacio gratuito a los
políticos?
—Si tienes un diario de 32 páginas significaría que le das media página al día
para que quienes están en el proceso político elegidos por el pueblo y con
responsabilidad de gobernar el país puedan decir libremente lo que piensan, y
ahí no están confiscando ni violando la propiedad privada, simplemente estás
ejerciendo un derecho para que la democracia, que es el sistema al que todos tenemos
que adherirnos pueda perpetuarse en el país. No puede ser que la democracia
funcione en la medida que los 6 o 7 que controlan los medios de comunicación
quieran que funcione.
—¿Presentará una iniciativa al
respecto?
—Estamos trabajando una iniciativa en la Casa de la Constitución y veremos que
pasa en los próximos días.
—Hay quienes dirán que quiere limitar
la libertad de expresión…
—Bueno pues ¿y? Hay dos formas: o te asustas y no lo haces o sigues adelante y
le dejas al país por lo menos la consecuencia de una lucha.
FUJIMORISTAS EN LA TV
◘ Sin embargo, así como se pide una renovación de la clase política, también se
debe pedir una renovación de la clase periodística. En los programas de TV hay
gente que era fujimorista en los años 90 y ahora siguen con programas en la TV
y pretenden dar lecciones de decencia y moralidad. No se ha visto una
renovación periodística.
Henry Cotos Campeán
Redacción
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